APENDICE B
(Tomado de la sección de comentarios y apéndices a “La Santa Biblia en Su orden original—Una versión fiel con comentario”, segunda edición.)
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La estructura del libro de Salmos
[Nota del editor: La siguiente es una versión condensada editada del Apéndice Uno, “Sugerencias preliminares sobre la estructura del libro de Salmos,” tomada del libro del Dr. Ernest Martin, Restaurando la Biblia Original, págs., 474-482. Reimpresa en forma editada con permiso.]
Hay 150 Salmos individuales comprendiendo el libro bíblico de los Salmos—muchos de los cuales son proféticos en contenido. De hecho, hay más versos citados en el Nuevo Testamento del libro de Salmos los cuales contienen profecías acerca de Cristo que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Más aun, el rey David es considerado por los eruditos ser típico de Cristo. Este solo hecho significa que [el libro de] Salmos es esencialmente profético. Cuando uno comprende lo que significan los diversos Salmos y entiende sus relaciones contextuales, el significado profético del libro llega a ser bastante evidente. Como veremos, la estructura del libro de Salmos sugiere ciertos conceptos proféticos que pueden haber sido grandemente pasados por alto.
La quíntuple estructura de los Salmos: En el señalamiento original hebreo del libro de Salmos, los 150 salmos están arreglados en cinco divisiones mayores. Estos cinco “libros” no son discernibles en la versión Reina Valera ordinaria, pero son evidentes en los manuscritos hebreos. Las cinco divisiones son:
Salmo 1-41 Salmo 42-72 Salmo 73-89 Salmo 90-106 Salmo 107-150 |
Libro I Libro II Libro III Libro IV Libro V |
El hecho de que hay cinco libros es importante—ya que el número cinco tiene un significado legal y profético. Por ejemplo, el profeta Isaías da cinco referencias secuenciales—cada una idéntica—de la destrucción que debía venir sobre Israel. Isaías escribió: “…Por todo esto Su ira no se aparta, sino Su mano está todavía extendida,” (1) Isaías 5:25; (2) Isaías 9:12; (3) Isaías 9:17; (4) Isaías 9:21; (5) Isaías 10:4. Esta misma repetición profética quíntuple es también encontrada en el libro de Amós: “…aun así no han vuelto a Mí,” ” (1) Amos 4:6; (2) Amos 4:8; (3) Amos 4:9; (4) Amos 4:10; (5) Amos 4:11. El énfasis secuencial debía construir el caso de Dios contra Israel por rehusarse a seguirlo. Finalmente, se le dijo a Israel: “…prepárate para reunirte con tu Dios, ¡Oh Israel!” ” (Amos 4:12). En otras palabras, cinco oportunidades fue todo lo que Dios les iba a dar.
El libro de Lamentaciones—un mensaje de Jeremías concerniente a la destrucción completa de Jerusalén y el Templo—fue también dado en un arreglo quíntuple. El primer capítulo tiene 22 versos, con cada verso comenzando secuencialmente con las letras del alfabeto hebreo [desde alfa hasta Tau], o desde la “A a la Z” por así decirlo. El segundo capítulo tiene las mismas 22 letras hebreas en serie comenzando cada verso. El tercer capítulo, sin embargo, tiene 66 versos. Esta vez los primeros tres versos cada uno comienza con la primera letra hebrea; los siguientes tres versos cada uno comienza con la segunda letra hebrea—y así sucesivamente hasta que todas las 22 letras son usadas. Finalmente, los capítulos cuatro y cinco cada uno tiene 22 versos también—pero por alguna razón estos versos no siguen el alfabeto hebreo en secuencia. Sin embargo, la división quíntuple es clara.
El cinco parece impartir un sentido de certitud a una profecía. Otras secciones de la Biblia usan un arreglo quíntuple también. Por ejemplo, la Ley fue dividida en cinco partes: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Esto podría significar que todas las leyes necesarias para gobernar a Israel debían ser encontradas dentro de estos cinco libros legales. De nuevo, el libro de Salmos está arreglado en un esquema quíntuple. Los eruditos judíos han notado la conexión entre los cinco libros de la Ley y las cinco divisiones de los Salmos. Un comentario antiguo sobre el Salmo 1:1 dice: “Moisés le dio a los israelitas los cinco libros de la Ley; y correspondiendo con estos David les dio los cinco libros de los Salmos.” La mayoría de comentarios hoy proveen una buena discusión sobre los paralelos entre los libros de la Ley y las cinco divisiones de los Salmos.
Los cinco libros de los Salmos y los libros de la Ley:
Salmo 1-41 Salmo 42-72 Salmo 73-89 Salmo 90-106 Salmo 107-150 |
Libro I Libro II Libro III Libro IV Libro V |
Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio |
Los libros del Megillot: Otra división profética quíntuple de la Biblia es llamada el Megillot. Como los salmos, los pergaminos del Megillot debían ser leídos en el templo ciertas veces en el año—específicamente durante las tres temporadas de festival y en dos días conmemorados en la historia judía.
Libro Canto de Salomón Rut Lamentaciones Eclesiastés Ester |
Temporada Pascua Pentecostés 9no/10mo de Ab Tabernáculos Purín |
Ya que los periodos de festival dados a Israel son de significado profético, sigue que los cinco libros asignados para ser leídos en esos tiempos señalados son un comentario del significado de las temporadas.
Temporada de la Pascua—salvación a través del sacrificio de Cristo.
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Canto de Salomón—un ajuste en tiempo de primavera; tema de noviazgo. |
Pentecostés—el comienzo de la Iglesia (Hechos 2).
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Rut—describe la cosecha de los primeros frutos. |
9no/10mo de Ab—aniversario de la destrucción del primer Templo. |
Lamentaciones—lamenta la caída de Jerusalén y el Templo en el 586 a.C
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Tabernáculos—el reinado milenial de Cristo. |
Eclesiastés—relata el reinado pacifico de Salomón, un tipo del venidero Reino de Cristo.
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Purín—redención de la nación de Judá. |
Ester—describe un tiempo cuando los judíos fueron librados de la destrucción. |
Los cinco libros del Megillot y sus correspondientes temporadas de festival son una comparación interesante con las cinco divisiones de los Salmos y los cinco libros de la Ley:
Salmos Salmo 1-41 Salmo 42-72 Salmo 73-89 Salmo 90-106 Salmo 107-150 |
Libro Libro I Libro II Libro III Libro IV Libro V |
La Ley Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio |
Megillot Canto de Salomón Rut Lamentaciones Eclesiastés Ester |
Enfoque en el Libro III de Salmos: Cuando los libros de Salmos, la Ley y el Megillot son comparados entre ellos, hay paralelos asombrosos en muchas de sus características. Para demostrar esto, enfoquémonos en el Libro III de Salmos, el cual corresponde a Levítico y Lamentaciones.
El libro III de Salmos—capítulos 73 a 89—se refiere frecuentemente al templo en Jerusalén y su profanación o destrucción. Note por ejemplo los siguientes pasajes:
1) “… [el] santuario de Dios;… [es traído] a destrucción.” (73:17-18).
2) “…toda esta destrucción el enemigo ha hecho en el santuario… Quemaron Tu santuario a tierra; profanaron el lugar de vivienda [el templo] de Tu nombre.” (74:3, 7).
3) “…la tierra y toda su gente sea disuelta…” (75:3).
4) “Y Su tabernáculo es en Salem [Jerusalén], y Su lugar de vivienda en Zion. Allá [en Jerusalén] Él rompió las flechas ardientes del arco…” (76:2-3).
5) “En el día de mi problema busqué al SEÑOR,… ¿Desechará para siempre el SEÑOR?” (77:2, 7).
6) “De modo que abandonó el tabernáculo de Silo, la carpa la cual colocó entre los hombres.” (78:60).
7) “Oh Dios, los paganos han entrado en Tu herencia; ellos han profanado Tu santo Templo… y no hubo nadie que enterrara.” (79:1, 3).
El tema de destrucción es bastante obvio. El libro paralelo en el Migillot es Lamentaciones, ordenado para ser leído en la víspera del aniversario de la destrucción del templo (Jeremías 52:12-14; Zacarías 7:5; 8:19). El libro correspondiente en la Ley es Levítico—el cual se enfoca en el sacerdocio levítico y sus deberes en el Templo. Así, las tres divisiones se apoyan una a la otra con un tema en común—el Templo. Difícilmente podría ser coincidencia que los libros encuentren tal arreglo.
Enfoque en el Libro IV de Salmos: Hay también 17 salmos en la cuarta división (capítulos 90-106). El Salmo 90 introduce el tema contextual al mencionar “mil años” (verso 4)—un tiempo milenial. Ciertamente, el tema general del Libro IV es el reinado milenial de Cristo. Pero antes de que la paz pueda venir a la tierra, la Gran Tribulación debe ocurrir primero. El Salmo 91 describe tal tiempo en detalle. El Salmo 92 es acerca del Sábado—el cual también representa el “descanso” milenial de Dios.
La conexión milenial es clara en los capítulos restantes del Libro IV. Las autoridades judías consagraron el Libro de Eclesiastés para ser leído durante la Fiesta de Tabernáculos—el festival que representa la venidera era milenial. Eclesiastés describe las glorias del reino salomónico, un tipo del venidero Reino de Cristo.
Enfoque en el Libro V de Salmos: El Libro V de Salmos (capítulos 107-150) está asociado con Deuteronomio. Deuteronomio es llamado “la segunda ley”—un resumen de las partes tempranas de la Ley. Los 44 Salmos del Libro V son primariamente un resumen de los temas cubiertos en los primeros cuatro libros de los Salmos. El Libro V también corresponde a Ester, el cual representa la salvación del pueblo judío. Porciones de estos salmos describen como Dios logrará la salvación de Israel.
Libros I y II—Salmos Davídicos: Los Libros I y II de Salmos son canciones compuestas por el rey David. Al final del Salmo 72 está la declaración: “Las oraciones de David el hijo de Jesé han terminado.” Por supuesto, hay otros Salmos Davídicos en secciones posteriores, pero esto indica que los Libros I y II fueron escritos por David.
Es interesante que el número de Salmos Davídicos son 72 (24x3). Ya que David arregló a los cantantes levíticos en 24 “ordenes” (I Crónicas 25:8-31), es probable que estos 72 salmos fueran establecidos para ser cantados por los levitas en sus 24 divisiones.
El Libro I de Salmos corresponde al Canto de Salomón, el cual era cantado en la temporada de la Pascua. Todos los 41 salmos se relacionan a la Pascua, tales como el Salmo 22,. El cual dice que el malvado ha “…traspasado Mis manos y Mis pies; …” (verso 16)—una referencia clara a la crucifixión de Cristo en la Pascua.
Resumen: Hay un propósito definido para la estructura del Libro de Salmos. Ciertamente, hay más en los Salmos que tan solo el mensaje en la “superficie.” Mientras no es claro el significado completo del diseño del libro, no hay duda de que la estructura es profundamente importante.
Ya que el libro de Salmos es básicamente profético en naturaleza, un tema profético puede ser encontrado dentro de su división quíntuple. Así puede ser resumida:
Libro I se refiere a la Pascua—el comienzo de Israel como nación, y el comienzo del plan de salvación en el Nuevo Testamento con la muerte y resurrección de Cristo.
Libro II es igualado con Pentecostés—la fiesta de los primeros frutos. Muestra a Israel como un cuerpo corporativo en la tierra de Israel, y representa la creación de la Iglesia del Nuevo Testamento.
Libro III está casi totalmente dedicado a describir la destrucción de Jerusalén y el Templo—y en muchas formas paralela las profecías de la venidera Gran Tribulación.
Libro IV concierne al reinado milenial de Cristo y muestra a Israel reunida después de su ruina (como está demostrado en el contexto del Libro III).
Libro V es igualado con la fiesta de Purín—representando el tiempo cuando Judá (todo Israel) será liberado otra vez como lo fueron en el tiempo de Ester.
Ya que hay 150 salmos en toda la colección (3x50), puede haber sido un plan de lectura de tres años—es decir, la lectura de un salmo por cada una de las 150 semanas de la lectura trienal de la Ley y los Profetas en el Templo (Hechos 13:15). Esta posibilidad ha sido sugerida en la Encyclopaedia Judía, vol. 12 (edición de 1911), bajo el artículo, “Ciclo Trienal.” Esta bien podría ser una de las razones para el arreglo del libro de Salmos.
Es importante reconocer que hay mucho más en el libro de Salmos de lo que a simple vista se ve. Nadie sabe lo que cada detalle está diseñado a revelar. Aun así, cuando uno se da cuenta de que un énfasis doctrinal y profético consistente es encontrado a través del Antiguo Testamento, podría ser que los Salmos son simplemente un reflejo de esos mismos temas. Cuando uno estudia detalladamente estos diseños, llega a ser aparente que ellos no están formados al azar en lo absoluto, sino que están creados ultimadamente para avanzar nuestro entendimiento e interpretación de las Escrituras.